lunes, 23 de febrero de 2015

Límite

Saludos, gente adicta al cine raruno del bueno!!!
Inmersos estamos en este mes "ardiente" esperando que se quemen muchos malos humores en esta ciudad y no sólo las fallas...  :)
Mientras, para combatir el hastío y la parálisis cultural a la que nos quieren someter desde arriba, os decimos que estamos aquí y resistiremos.
Nuestras mentes no están en coma, están hirviendo de ideas, ilusión y motivación. Nos movemos por una cultura libre por y para todas. Nuestra utopía es también que todas podamos tener acceso a joyitas fílmicas como la que os regalamos en nuestra próxima sesión, una maravilla de los años 30 que casi se pierde para siempre. Dicho esto...¡¡¡No faltéis!!!. Os esperamos con buen ánimo y el mejor ciclo DeCine del mundo mundial... :D


Domingo 8 de marzo, 19h, PANGEA:

.-"Límite", 1931, Mario Peixoto, Brasil.

Mario Peixoto era un autor osado. Vivió su juventud entre Londres y París lo que le hizo empaparse de las vanguardias europeas y enamorarse del expresionismo alemán y del cine revolucionario ruso. Todas estas influencias quedan manifiestas en este "Límite", película experimental realizada en la época de transición entre el cine silente y el cine sonoro.
Esta es la historia de tres personas que se hallan en un bote a la deriva, sin comida. Cada uno tiene un particular pasado.
Peixoto entrelaza estas historias con absoluta maestría utilizando además una compleja y soberbia narrativa cinematográfica. Tildada en Brasil de cine poético, experiencia visual de lo que podía denominarse cine literario. Este adjetivo le valió numerosas críticas de escritores que decían que aquello no era cine ya que Mario Peixoto en realidad era poeta y novelista. Misteriosa, maldita, hermética pero sublime fueron algunas de las críticas en su estreno. Lo cierto es su enfoque metafísico que fascina al espectador desde el primer momento.
Limite fue atravesando tiempos turbulentos, deteriorándose día a día en las latas que la contenían, y su singular director caía en el olvido sin llegar a hacer jamás otra película. Debido a ese deterioro del nitrato de su copia original, el filme se dio por perdido hacia 1959, pero tras un laborioso trabajo de restauración se pudo recuperar. En 1988 fue elegido por la Cinemateca Brasileira el mejor filme brasileño de todos los tiempos. 
Una película muy difícil de ver, no solo por sus pocas proyecciones, sino por su difícil lenguaje. Toda una experiencia de EL CINE QUE YA NO EXISTE.









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